martes, febrero 23, 2010

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Hay ocasiones donde ni yo misma me entiendo y resulta un tanto forzado intentar hacerme entender, soy demasiado visceral como para no dejarme arrastrar por las pasiones del momento.

Cuando siento rabia me dedico a sentirla igual que con la alegría o con el dolor, no tengo problemas en pedir disculpas cuando se que he cometido algún error, pero hay cosas que entran en mi lista de lo inadmisible y sencillamente no se pueden dejar pasar, tal vez exagero en mi forma de abordarlas pero no me arrepiento en ningún momento de pelear porque se respeten mis ideales.


Hoy viví un momento incomodo que me hizo reflexionar acerca de la forma en la que yo manejo ciertas situaciones, lo admito soy explosiva e inmadura, también es verdad que se lo que quiero y no permitiré que nadie por muy poderoso que sea quiera interferir en la consecución de mis metas.

3 comentarios:

fgiucich dijo...

La vida enseña. Lo importante es ser sinceros y honestos, con nosotros y los demás. Abrazos.

Anónimo dijo...

ahh ah buena escritura.. en verad_ ahi nos estaremos viendo.. suerte!

Sa Lluna llèpola. dijo...

No eres la única. Tienes razón, y te comprendo. Hay cosas que no hay que dejar pasar, y aunque quisiera no puedo. Me salen las fuerzas de dentro, de la barriga...
Gestionar? No sé... aunque a veces lo intente para no arrasar con lo que se me pone delante.
Tampoco me arrepiento ya que si lo hago es porque lo considero inevitable y necesario. Eso es un defecto?
Creo que no.

ánimos.